La reina en el palacio de las corrientes de aire, de Stieg Larsson
Deborah-do, como no podía ser menos, en dos días, porque la capacidad de enganche de este hombre -lástima- es de primer orden. No pienso decir ni «mu» del argumento, que luego me van a crucificar por chivarme; sólo dejar claro, para gustos están los colores, que me gustó más el segundo y éste el que […]