El hombre sentado en el pasillo. El mal de la muerte, de Marguerite Duras
Escribir literatura erótica tiene la complejidad del sugerir, del decir sin nombrar, de conseguir poner en palabras algo tan subjetivo como es el deseo. Escribir sobre sexo es mucho más fácil. A Marguerite Duras se le daba bien lo primero. En estos dos relatos cortos pone en práctica su maestría, estando el sexo siempre al […]