Trilogía editada de forma unitaria y que probablemente es la ficción más bestia que me he leído en la vida. (En no-ficción gana y ganará siempre Chil Rajchman). Todo lo que tiene de brutal lo tiene de bueno, también es cierto. Habría que avisar a Ovejero para que lo incluya en su catálogo de literatura cruel. Discrepo con que el tema principal sea la guerra y sus estragos (más presente en el primer libro) tal y como avisa la contra, para mí es la culpa y bajo esta se despliegan tantos subtemas (la soledad, la identidad, la falta de afecto, la literatura, el sexo, el alcoholismo, la infancia…) que la filigrana es como para nombrar a Agota encajera mayor de Europa. Mucho poderío narrativo en un libro materialmente imposible de olvidar. Gora Agota. Mil veces gora.
Recomendación: a lectores con estómago espartanado, servidora viene leída y aún y todo me ha dejado k.o. A gustosos de literatura cruel pata negra.
Foto cabecera: Ulf Andersen.
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