Queridos señores de Seix-Barral:
¿Cómo puñetas se llega de «Rien où posser sa tête» a «Una librería en Berlín«?. ¿Pasamos ya de traducir? ¿Por qué me toca las meninges este hecho? Porque el título original, además de haber sido elegido por la autora, sí recoge el tema central de esta obra autobiográfica mientras que la porquería de título que han elegido uds. hace referencia a las primeras ¿treinta? páginas y no refleja ni de broma el tema principal ni contenido del libro, en el que Frenkel, judía polaca con estudios franceses, leída hasta más no poder y librera de vocación temprana decide abrir la primera librería francesa en Berlín en 1920. Sí, tela. Lo que le venía encima. Cierto, son maravillosas esas primeras páginas en las que se describe los inicios, desarrollo y cierre (por abandono, claro) de la librería pero el grueso del libro nos cuenta su huida por una Francia ocupada por los nazis. Los colaboracionistas, los oportunistas que se aprovechaban de la situación de los judíos para ganar pasta, la buena gente que les escondía y protegía. Toda esa fauna diversa queda fuera de su título, señores de Seix-Barral, así como la brutal burocracia de la guerra, la búsqueda de fronteras que salvan vidas, la imposibilidad de encontrar un lugar donde descansar la cabeza (y el alma) y , sobre todo, el terror constante a ser deportada y asesinada que empuja a su -imparable- lectura. Será más comercial, quizás, pero ese título, por traidor, es una mierda.
Recomendación: a gustosos de textos autobiográficos sobre II Guerra Mundial, Shoah, ocupación de Francia. A quien busque libreras a la fuga perseguidas por ser judías.
Foto cabecera: www.tagesspiegel.de
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