Me gustó más El vicio de la lectura porque soy más de leer que de escribir, qué le vamos a hacer, y porque en esta reflexión se nota más el tufo bagaje anglosajón así como la distancia con el momento literario en el que fue escrito. No desmerecen, sin embargo, las directrices -fundamentadas- a futuros escritores que se plantean meterse en el berenjenal del arte de las letras. Me han fascinado las críticas a los efectos de la «rápida producción» que dicta el comercio en el arte mayor, que Edith venera, no cabe duda, ya en su época pre-Jauja «te meto un bodrio al año por 23 eurazos y listo». Disfruto, en todo caso, con el «tempo» que esta gente se tomaba para dar más de una vuelta al proceso de creación literaria.
Recomendación: A quien se plantee ponerse a escribir. A quien le vaya el proceso de escritura en sí.
NOTA DE PRÉSTAMO: Forma parte del alijo de La Central del 31 de agosto.
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